
Una tarde escuché a una niña decirle a sus papás: -quiero ser chica otra vez para usar esas ropitas. No sé qué más pequeña podría ser una nena de menos de cuatro años, pero me dejó pensando, aquello de ser pequeño podría solucionar muchos líos, con cualquier pedazo de tela podría uno hacerse sus ropas y en cualquier lado podría uno montar su tendedero...