lunes, 31 de diciembre de 2007

Esperando...



Las cosas algún día habrán de mejorar para TODOS, algún día dejaré de ver niños sufriendo y madres angustiadas, padres ausentes y vidas apagadas. Los que ennegrecen el mundo dejarán de decidir nuestros destinos, y los de corazón y espíritus grandes estarán donde es debido.


domingo, 30 de diciembre de 2007

Que el próximo año...


...pueda respirar y pueda sonreir, pueda soñar y también imaginar, la luz no me falte y el sol me deslumbre, la nube me proteja y la luna me arrulle, descubra cosas nuevas, cosas que me asombren y lo necesario siga ahí, como siempre, constante...

Y que los demás sean felices, que uno es feliz cuando la felicidad se comparte.

martes, 25 de diciembre de 2007

Para guardar...


Papá dice que guardo cosas demás, que mucha es innecesaria; quizá tenga razón, pero ya es muy tarde para intentar reformarme... Y además me dan cuerda, si no, ¿qué es recibir de mi hermanito en Navidad una hermosura de caja lista para almacenar cuanto me sirva de recuerdo? Sumémosle que además soy exagerada y que me he atrevido (con las debidas proporciones guardadas) a hacerme a la idea que tengo un pedacito de una de las puertas de la fachada oeste de la Catedral de Notre Dame (es un salto triple mortal en tiempo y lugar, lo sé), pero a alguien como yo le sobran pretextos para acumular cuanto sea posible y atesorar cuanto sea permitido...

miércoles, 19 de diciembre de 2007

De la mano...


Crecer siendo hija de mi padre es ser realmente afortunada. Podría aventurarme a decir que soy como el pequeño arbustito que necesita del abrigo y la sombra del árbol mayor que es Él, pero no es sólo eso... Él es también el cuidadoso jardinero que le ayuda a crecer a ese arbustito, le quita las hierbas que podrían entorpecer su desarrollo, le acomoda las ramas, lo poda de cuando en cuando, se asegura que la tierra esté buena y el agua no falte. Pero eso tampoco es, porque mi padre también quiere que ese arbusto aprecie a sus semejantes, les ayude y disfrute de la vida en ese proceso, y así al crecer también dé vida y muestre lo que aprendió del ejemplo. Y además de todo eso, le da cuerda a mis sueños y esperanzas a mis pensamientos, alimenta mi alegría y me comparte su tiempo, me regala mamotretos enormes y con sólo una mirada logramos entendernos.
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Pues de él vino el primer regalito de fin de año...
La Autobiografía de Monty Python, una tarde que salimos, me compró en secreto.

domingo, 16 de diciembre de 2007

La vida te sorprende...


Pasé el fin de semana con viejos amigos, la nostalgia que generalmente me invade fue aplacada un poco con un montón de carcajadas, risas desbordadas, momentos revividos y recuerdos redivivos. Uno planea que cada año sea realmente nuevo, yo espero repetir una y otra vez horas como aquellas, las que te recuerdan qué y quiénes te han llevado hasta donde estás ahora... Entonces al final no queda más que agradecer y esperar que se cumpla tu deseo...
Ah, y encontré un arbolillo de lo más sorprendente: con un hueco que a todas luces parecería mortal, pero no... vivo se encontraba aún, brindando buena sombra. Qué de cosas lindas tiene la vida...