
Pasé el fin de semana con viejos amigos, la nostalgia que generalmente me invade fue aplacada un poco con un montón de carcajadas, risas desbordadas, momentos revividos y recuerdos redivivos. Uno planea que cada año sea realmente nuevo, yo espero repetir una y otra vez horas como aquellas, las que te recuerdan qué y quiénes te han llevado hasta donde estás ahora... Entonces al final no queda más que agradecer y esperar que se cumpla tu deseo...
Ah, y encontré un arbolillo de lo más sorprendente: con un hueco que a todas luces parecería mortal, pero no... vivo se encontraba aún, brindando buena sombra. Qué de cosas lindas tiene la vida...