sábado, 23 de febrero de 2008

Lo cotidiano...


Levantarse, despertar, transportarse a través de la ciudad, llegar a donde debes llegar, esperar a que transcurra el día, regresar a casa, prepararse para el siguiente día y descansar al final... Toda una rutina, tan bien construida que pasamos por alto toda la alegría.

Los momentos más felices son los más breves, y son tan fugaces que a veces pasan desapercibidos, pero para mí son los que construyen el día, los que hacen feliz mi vida... el beso de despedida de mamá, la imagen de papá agitando la mano deseándome un buen día, la sonrisa de algún compañero de viaje, los niños que van dormitando en los brazos de su madre, el olor del rocío de la mañana que se confunde con la tierra mojada, los primeros ocres mortales del sol de la tarde, observar flores en tu camino, y descubrir que el Sol quizá tenga un amigo...



1 comentario:

Marona dijo...

Yo también veo en la rutina diaria muchas cosas hermosas. Me apena cuando la gente está tan preocupada de sí misma que es incapaz de verlas.
Un beso!