jueves, 10 de diciembre de 2009

Cintas de colores...



Me gustaba que mamá me peinara, pusiera cintas de colores y trenzara cuidadosa-mente mi cabello. Me sentaba en una silla y mis pies, tan lejanos al piso, sentían la brisita que se colaba entre mis dedos.

'Deja de moverte', decía mamá, 'así nunca terminaremos'. No debimos terminar, así aún podría estar largo mi cabello, aún podrías trenzarlo y aún tendría que subirme a la silla como solía hacerlo.

Ella sigue comprando cintas de colores, y yo las uso con cualquier pretexto...