...que de noche no se puede jugar, que comer helado en invierno hace daño y que los grillos no salen cuando hace frío. Más vale que empiecen a ponerse de acuerdo y me digan cosas ciertas...
Debo ser corta, entonces debe ser simple. Tal vez mi felicidad radica en eso, valoro las pequeñas cosas a mi alrededor: me emociona perderme en los ojos negros de mamá, saber que papá está leyendo por el sutil olor de tinta y papel que llega a mi cuarto, despertar por el aroma del café que mi hermana ha preparado, llamar a casa y confundir la voz de mis hermanos, caminar deprisa de regreso a casa para alcanzar a Mena, escuchar la risa feliz de un nene, aprender sobre cactus con Sami, escuchar la voz aterciopelada de Lady Ella, leer todos los días algo nuevo y darme cuenta de la pequeñez de nuestra condición, pero a la vez de la grandeza del hombre... ser feliz porque he sido afortunada (el azar ha sido tan benévolo conmigo) en encontrarme aquí y ahora.
3 comentarios:
Bravo Ale!!
La gente suele decir verdades que cojean de las dos patas :P
Sé feliz!
A mi me dicen que los carteros no son tan malos, pero aveces son malisimos!
Hola! Estoy de vuelta compañera ... espero que visites pronto mi blog. Que gusto ver que tu también estás de vuelta.
Feliz 2011!
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