Escuché una breve conversación entre una madre y su pequeño hijo; ella preguntó para qué era el barquito de papel que había hecho, él solo respondió que había estado lloviendo mucho. Menos mal que ya tengo barco para Chicharito...
Debo ser corta, entonces debe ser simple. Tal vez mi felicidad radica en eso, valoro las pequeñas cosas a mi alrededor: me emociona perderme en los ojos negros de mamá, saber que papá está leyendo por el sutil olor de tinta y papel que llega a mi cuarto, despertar por el aroma del café que mi hermana ha preparado, llamar a casa y confundir la voz de mis hermanos, caminar deprisa de regreso a casa para alcanzar a Mena, escuchar la risa feliz de un nene, aprender sobre cactus con Sami, escuchar la voz aterciopelada de Lady Ella, leer todos los días algo nuevo y darme cuenta de la pequeñez de nuestra condición, pero a la vez de la grandeza del hombre... ser feliz porque he sido afortunada (el azar ha sido tan benévolo conmigo) en encontrarme aquí y ahora.
2 comentarios:
QUE GUSTO QUE ESTES DE VUELTA:)
¡Gracias hermana Elizabeth! Esta ausencia ha sido bastante larga, pero no había remedio.
Un beso y un gran abrazo fraternal.
Publicar un comentario