jueves, 11 de octubre de 2007

Pies comoditos...


En estos días me di cuenta que mis zapatos son cómodos, se adaptan a cualquier inclemencia y además puedo usarlos casi en cualquier ocasión. Hace un mes las niñas Pasantes y yo hicimos un intercambio de pantunflas, pues para no perder la costumbre uno debe andar cómodo también en la noche. Las que escogí para la pequeñita niña Moona resultaron (bastante) simples si las comparamos con la preciosidad que ella me regaló. Encontró unas azules afelpadas, realmente cómodas, casi con amortiguadores incluidos y suelas con cúmulos y cirros dibujados. No se conformó con ello, le cosió mi nombre, añadió un hombrecillo, casi un circo, florecitas, estrellas y lo coronó con un corazón verde de lo más lindo y tierno. Me he atrevido a usarlas un par de veces (me agrada guardar ciertas cosas para disfrutarlas más tiempo) y es como andar efectivamente entre nubes. Sí, uno debe consentir al que debajo anda, te aguanta y te lleva.

1 comentario:

Marona dijo...

Ooooh! Que bonitas tus pantuflas! las mías también son muy cómodas, pero yo no sé reservar las cosas y las acabo gastando mucho... pobrecitas...
Besos!